No he visto mejor oportunidad para volver al ruedo que con esta novela de fantasía. Confieso que he tardado en empezar a leerla teniendo en cuenta que está muy de moda. No estaba segura de adentrarme en el mundo de Rebecca Yarros, ya que adoro la fantasía, pero es una temática que fácilmente puede ser repetitiva y que, por algún motivo, no siempre me engancha por mucho que me guste el universo que se haya creado. Sin embargo, cuando un par de amigas tan diferentes me lo recomendaron con insistencia, no pude evitar dejarme llevar e ir corriendo a la librería para conseguirlo. Eso sí, por preciosa que sea la edición con el lomo negro y los dragones…iba tan tarde que ya no hubo forma de conseguirla (aunque ya he conseguido la segunda parte y esa sí es una primera edición con lomo rojo y dragones dorados).
Comencé a dejarme llevar por las 730 y pocas páginas de este libro hace una semana y, joder, he tardado exactamente 7 días en leerlo. Y no he ido más rápida porque he tenido que trabajar y hacer otras cosas, pero no ha habido día en el que no desease retomar la lectura, noches acostándome más tarde para poder avanzar más… ¡incluso ahora estoy replanteándome volver a leerlo! De hecho, al terminarlo comencé a indagar sobre el libro y la escritora y he descubierto que hace unos días ella había compartido dos capítulos desde el punto de vista de otro de los protagonistas publicados de manera independiente y por la editorial, y por supuesto, me los he leído ya. Pero cabe mencionar que esto es una reseña personal, y que hacía tiempo que no leía fantasía, por lo que he podido estar influenciada por una serie de factores que quizá han causado que me enganche de tal manera.
Se trata de una historia que mezcla diferentes elementos de fantasía: animales fantásticos, poderes, y todo un nuevo universo creado. Se destacan puntos que nos pueden recordar a una mezcla entre Juego de Tronos, Divergente, Cazadores de Sombras, e incluso lejanamente a Los Juegos del Hambre o Harry Potter, ya que la mayor parte de la trama sucede en una especie de colegio de magia, aunque algo más macabra y más parecida a un campo de entrenamiento para el ejército del aire en el que mueren muchos de sus integrantes desde antes de lograr entrar. Personalmente, me ha enganchado de principio a fin, y aunque hay opiniones de todo tipo, la mayoría coincide en ello. De un modo u otro, podemos encontrarnos en tensión desde el primer capítulo hasta el último, ya sea por la incertidumbre de lo que pueda pasar, por ver quién va a ser el siguiente en morir, por saber cómo funcionan los vínculos entre jinetes y dragones, por la acción en las peleas y batallas, e incluso por una latente tensión sexual entre dos de sus protagonistas presente en la mayor parte de la historia.
Nos introduce a Violet Sorrengail, una chica amante de las bibliotecas, de apariencia menuda y con poca formación física en comparación con el resto. Siendo hija de una mujer con mucho poder e influencia en Basgiath y hermana de los que habían sido dos de los mejores jinetes, ella quería tomar un camino diferente al resto en lo que se conoce como cuadrante de escribas, como si de facciones de Divergente se tratara. Sin embargo, acaba entrando en el cuadrante de jinetes por orden de su madre para seguir el legado. Se trata de un lugar en el que cada prueba, cada día, y casi cada compañero, pone en riesgo la vida de sus integrantes. Por otro lado, conocemos a Xaden, un apuesto individuo que planea ser la mayor amenaza mortal para Violet solo para poder vengarse. No obstante, Xaden es el típico cliché con un oscuro pasado y aires de malote que logrará convertirse en nuestro mayor flechazo. ¡Y cualquiera no se dejaría llevar por él tal y como lo describe! Y para sorpresa, es el personaje que mejores lecciones parece dar:
“Es curioso cómo la gente les cambia el nombre a las cosas que la hacen sentir incómoda”.
“Duele desaprender todo lo que crees saber. Las mentiras proporcionan consuelo. La verdad duele.”
También tenemos al mejor amigo de la infancia de Violet, Dain Aetos, quien muy a mi pesar llega a resultar irritante. La amistad que parecía tener con ella resultaba tan bonita cuando la mencionan que odiaría ver cómo ese personaje se queda simplemente en una exasperante persona que la infravalora en todo momento y que acaba en el lado de aquellos que desearíamos ver muertos. Aunque como toda lección de vida, mejor sola que mal acompañada, y en cierto momento de la historia ella misma le suelta “estás a punto de ser parte de lo que este lugar me quitará”. Y sin haceros spoiler de lo que sucede entre ellos dos, solo espero que en la segunda parte él gane fuerza positiva, pienso que puede tener potencial tanto de ser querido como de ser el más odiado, ¡aunque ojalá sea lo primero para dar más vida a la tensión! Pero como bien dicen en un capítulo que nada tiene que ver con él:
“La esperanza es una cosa voluble y peligrosa. Te roba la concentración y se la lleva hacia las posibilidades en vez de dejarla donde tiene que estar: en las probabilidades.”
El resto de personajes, amigos y enemigos, son predecibles en el comportamiento que tienen con su protagonista, pero a algunos les acabas cogiendo tal cariño que se vuelven puntos sensibles a tener en la cabeza en las escenas de violencia o batalla. ¡Casi lloro en una escena con uno de ellos! Aunque era tarde, quizá estaba sentimental por la confusión del sueño.
En cuanto a los dragones, hay tantos tipos de estas criaturas como en el universo de Hogwarts y los suyos, pero su magnificencia es equivalente a la que nos mete en el papel de aquellos Targaryen que ya conocemos. Me resulta brillante la forma en que describe y enlaza la conexión entre los personajes con sus propios animales voladores. Es algo íntimo a lo que solo acceden los propios implicados de forma directa en ese vínculo. Sin lugar a dudas, los dragones son los reyes de la historia. Los combates cuerpo a cuerpo, las batallas, y las escenas de sexo se revelan con tal detalle que puedes sentir el dolor de los huesos rotos y el subidón hormonal. Puede parecer el típico escrito de fantasía juvenil con romance, pero tiñe la trama con un oscuro y duro lado sobre la muerte y el dolor de dejar atrás lo que siempre has conocido. Hay frases que se quedan clavadas en la cabeza cuando son tan reales como la vida misma, aunque con datos menos comunes en el día a día, claro está. “La gente muere. Es algo que ocurrirá una y otra vez.”
Leyendo este escrito entran ganas de leer el libro
Es una reseña fantástica del libro, se ve que has disfrutado mucho leyéndo, lo que me alegra sobremanera, además invitas a los amantes del género a hacerse con un ejemplar,sea o no primera edición, y empezar a devorarlo.